¿Recuerdas ese momento en el que te ves al espejo y piensas: "Hoy quiero ser... más?"

No es solo un día cualquiera. Es el día de esa reunión crucial, esa cita que hace latir tu corazón más rápido, esa presentación donde quieres dejar huella. Te preparas con cuidado, eliges tu mejor atuendo... pero sientes que falta algo. Algo intangible, pero poderoso. Ese toque final que no se ve, pero que se siente. Que se respira.